La Jeep dans l'Armée française

Concebidos en poco menos de seis meses antes de la entrada en guerra de Estados Unidos en diciembre de 1941, 650 000 ejemplares fueron construidos, de los que casi 175 000 fueron entregados a los ejércitos aliados en virtud de los acuerdos de préstamo y arrendamiento. Esta pequeña maravilla servirá durante sesenta años al Ejército francés, participando en tres conflictos mayores y en numerosas operaciones.
Los paracaidistas de la Francia libre fueron los primeros en servirse de los jeeps en los raids del Servicio Aéreo Especial en el desierto libio. Es en abril 1943 cuando los jeeps llegan en masa en los puertos de Argel y Casablanca en el marco de los acuerdos de rearme.
Estos "pequeños coches divertidos" seducen a los franceses por su manejabilidad y capacidad para superar los peores obstáculos. Los jeeps están donde el Ejército francés está comprometido. Transportan a los mando, llevan puestos de radios, son equipados con armas automáticas o anticarro, evacúan a los heridos en terreno difícil… Se les provee de altavoces para arengar a la multitud y de técnicos para localizar minas.
Es con estos maravillosos automóviles que el cuerpo expedicionario francés llega a Italia. Luego a Francia y a Alemania, donde se hacen ominipresentes, a veces frenados por el clima riguroso de los Vosgos y de la llanura de Alsacia, pero preparado para atacar en cuanto la meteorología fuera clemente.

Vuelta la paz a Europa, los Jeeps quedan con las tropas en ocupación en Alemania y los que vuelven con los repatriados son enviados al norte de África o Indochina.
En el curso de los nueve años que dura el conflicto indochino –frente a un enemigo agresivo que no deja de reforzarse y sobre un terreno generalmente poco propicio– el empleo de los Jeeps se limitará, en la inmensa mayoría de los casos, a misiones de enlace y de escolta de los convoyes.
En ultramar, donde los caminos son escasos y las condiciones climáticas a menudo difíciles, los Jeeps, como en los primeros tiempos en el desierto libio o tunecino, recobran importancia gracias a su capacidad de salvar obstáculos y a su ligereza, que les permite pasar allí por dónde un camión o una autoametralladora no pueden.
Esta es la primera parte de una obra dedicada a estos vehículos en su servicio al Ejército francés, la segunda parte de la obra se dedica a su servicio en Argelia y en Alemania (haciendo frente a las fuerzas del Pacto de Varsovia.